Entre notificaciones, contranotificaciones y el equipo de mis amores

2016-04-28 Leer en voz alta

Screen Shot 2016-03-14 at 2.37.55 PMPor Laura Mora, Carolina Botero y Nathaly Espitia

A principios de marzo del 2016 el Hashtag #NoMasWinSports se volvió tendencia por varios días en Colombia. Un grupo de twitteros y twitteras dedicados a difundir diferentes contenidos sobre el fútbol colombiano se unieron bajo esta consigna en la red, luego de que recibieran, en un mismo día notificaciones que les alertaban sobre cómo sus contenidos habían sido dados de baja, entre ellos estaban: penalties, jugadas cortas, goles y hasta simples videos grabados desde las graderías de los estadios. Según las notificaciones recibidas estaban infringiendo derechos de autor pues, un tercero reclamaba estos contenidos como propios, inclusive aquellos grabados desde las graderías.

¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos de notificaciones? tenemos que hacer un recuento desde la llamada #LeyLleras, esa  que ya lleva varias versiones. En 2011 el Gobierno Nacional presentó el proyecto de Ley conocido como “Ley Lleras” que tenía como objetivo que se implementará un sistema de notificación y retiro de contenidos por parte de los prestadores de servicios de internet – PSI, basado en el modelo de la Digital Millennium Copyright Act – DMCA de Estados Unidos y que hacía parte de las obligaciones del TLC suscrito con ese país. El proceso permitiría que los PSI como Claro, Go Daddy, o Facebook (quienes intermedian con las personas su uso de Internet, de allí la referencia) queden exentos de toda responsabilidad por posibles infracciones de personas usuarias de sus servicios si estas publican indebidamente contenidos protegidos por derecho de autor.  El proyecto de Ley fue archivado por la presión de la sociedad civil, en ese proceso Karisma, usualmente dentro de las acciones del colectivo RedPaTodos, hizo recomendaciones, documentos y acciones que ponían de manifiesto los riesgos de este tipo de sistemas, sobre todo como amenaza para la libertad de expresión.

La DMCA, que es la ley de derechos de autor de Estados Unidos entre otras cosas detalla la forma como se adelanta ese proceso de “notificación y retiro”; y ha sido criticada por diferentes organizaciones de la sociedad civil por considerar que restringe el uso de información en internet y limita los derechos de las personas. Dado que la mayoría de las redes sociales y plataformas que usamos en Internet tienen su sede principal en este país, la DMCA se les aplica. Por eso, aunque el proyecto de ley colombiano fue archivado, es frecuente que en nuestro diario navegar tengamos interacción con el sistema de notificaciones y retiro de contenidos por parte de los PSI. Como está ocurriendo en el caso #NoMasWinSports. ¿Has sido afectado o afectada por estas acciones? ¿Alguna vez ha sido eliminado un contenido de tus redes sociales o te han cerrado una cuenta por violar el derecho de autor?  En Fundación Karisma queremos escuchar sus historias.

Como dijimos al principio de este texto, las problemáticas que se evidencian al implementar las lógicas de la DMCA se vieron en Colombia en marzo de este año, cuando Twitter, Facebook, Instagram y Vine, comenzaron a bloquear contenidos publicados por personas usuarias de las plataformas y que estaban relacionados con los partidos de fútbol colombiano,incluso cuentas en Twitter, Vine y otras redes sociales fueron cerradas por notificaciones presentadas por abogados de WinSports y RCN (empresas que tienen la licencia para transmitir los partidos del Fútbol Profesional Colombiano). El accionar llegó a ser noticia en medios como Caracol y Semana pues como mínimo se trataba de medidas desproporcionadas. Hasta la fecha  Winsport se ha limitado a publicar un comunicado de prensa, el pasado 9 de marzo sobre el tema.

Pero ¿cómo funciona este sistema? ¿Qué podían hacer las personas a las que se les cerraron las cuentas? ¿Cómo podrían defender sus contenidos para restablecerlos? Desde Karisma estuvimos indagando sobre cómo funciona en la práctica el sistema de notificación y retiro en algunas de las redes sociales más usadas en el país. A partir de estas indagación surge la serie ¡No te cortes! una serie de guías para responder notificaciones por derechos de autor en redes sociales. En términos generales Youtube, Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, Google y Whatsapp dicen que cumplen con los requisitos establecidos por la DMCA por lo que adelantan medidas para eliminar de sus servicios cualquier material infractor del derecho de autor del que sean notificados.
Estas redes disponen de un formulario en línea o explican claramente el procedimiento para que el titular de los derechos notifique la posible infracción. Expresan, que una vez reciben la denuncia, eliminan lo más pronto posible el contenido. En algunas de las políticas consultadas indican incluso que esto puede ser tan rápido que ni siquiera informan a la persona usuaria acerca de esta acción hasta que ya sucedió. El proceso de bloqueo de contenidos sin duda plantea un problema que es reiterativo en este tipo de sistemas: las personas no tienen derecho a defenderse de manera oportuna.

Es usual que se describan ampliamente los procesos en relación con el bloqueo de contenidos, pero es menos detallado lo relacionado con el bloqueo de cuentas donde suele simplemente indicarse que se bloqueará o limitará la facultad de publicación cuando el comportamiento sea reiterado. El bloqueo de cuentas es un problema todavía más grave pues anula la voz de las personas y sin embargo, su manejo es totalmente discrecional. Lo cual afecta directamente el derecho a la libertad de expresión.

Una vez alguien ha notificado una posible infracción, legalmente la persona afectada puede contranotificar, es decir, solicitar que se restablezca la cuenta o el contenido. La idea es reconocer que no todo uso de contenidos en Internet es ilegal, hay muchas razones para usar contenidos y muchas de ellas son legales. Aquí es donde surge la primera gran diferencia que hay en la práctica entre notificación y contranotificación: no todas las redes explican cómo se puede contranotificar. Whatsapp y Snapchat no lo incluyen de manera clara dentro de sus políticas. Por su parte, Facebook, Instagram, Youtube, Google y Twitter, manifiestan que, en línea con la DMCA, se puede presentar una contranotificación, sin embargo, no son claros acerca de los medios, el contenido o los canales para hacerlo. Una vez la plataforma recibe la contranotificación se la envían al denunciante -segunda diferencia pues no hay reacción automática, no son ellos, los PSI, quienes responden- el denunciante es quien deberá contestar si ha iniciado o no acciones legales, la acción del PSI sólo sucede en caso de que quien acusa no responda en 10 o 15 días, entonces restablecerá el contenido “de ser posible”.

Dentro del proceso descrito surgen otros problemas para las personas usuarias: primero en la mayoría de casos reciben las notificaciones en inglés y no es claro si es posible que la contranotificación se haga o no en español, es decir, quien decide defender su derecho debe hacerlo en otro idioma y debe entender ese otro idioma, trazando desde un principio un barrera. Adicionalmente, si el aventurero continúa con la defensa su derecho deberá aceptar que, de pasar a un pleito jurídico lo hará en EEUU. Sin duda la contranotificación no es un remedio efectivo, es más una barrera que genera un “chilling effect” es decir: la inhibición o la disuasión del ejercicio legítimo de los derechos naturales y jurídicas por la amenaza de una sanción legal, a quienes quieren defender su derecho a expresarse libremente en Internet.

¿Cuántos de los fanáticos del fútbol colombiano, a quienes no les permiten mostrar unos segundos de la jugada del partido del domingo, estarían dispuestos a hacer todo este proceso? Claramente es más fácil quejarse en la red y luego olvidarse, frente a una notificación que incluía palabras como infractor y en la que se le dice que puede perder su cuenta parece mejor no hacer nada, pensando que ya es muy tarde o es muy complicado. Sin importar que en el camino vayan perdiendo su voz.

Algunas personas afectadas se arriesgaron y tomaron la decisión de usar la contranotificación para defender su contenido, el problema es que no tuvo el efecto que buscaban. Ni las cuentas ni el contenido han sido restablecidos. Aunque inicialmente se identificó a Twitter como la principal red en la que se vieron afectados los usuarios se han presentado casos en otras redes como Vine, Facebook, Instagram o Youtube. Algunos afectados informan, a través de sus redes, que en YouTube ya no se les permite subir videos de ningún contenido, y en el caso de Twitter y Vine las cuentas siguen suspendidas. En otros casos, presentaron bloqueos temporales a sus cuentas (páginas o perfiles) para subir contenidos, por términos de días, en este caso las penalidades ya cumplieron su plazo y ya pueden cargar contenidos nuevos.

Consideramos, como lo hemos manifestado en múltiples ocasiones, que estas medidas son desproporcionadas y amenazan los derechos fundamentales como el acceso al conocimiento, a la cultura, a la información, a la educación, a la libertad de expresión y a la participación que hoy más que nunca se desarrolla en la internet. Además no tienen en cuenta, principios como la presunción de inocencia, la buena fe, la legalidad entre otros, lo que lleva a que Internet deje de ser un espacio para la creación, la exploración y la acción colectiva convirtiéndolo en un escenario de censura y autocensura, por esto creemos en la defensa de Internet libre, donde se garanticen los derechos de las personas usuarias y en donde compartir información, crear nuevos contenidos y herramientas no sea un delito. Los sistemas de notificación y retiro al estilo del que consagra la DMCA son exagerados y tratan en forma inequitativa al quejoso -denunciante- frente a la persona usuaria, casi que asumen la responsabilidad de esta última con el efecto de acallar voces que para los fines de la ley son absolutamente inofensivas.  Conoce los recursos que Karisma ha estado recogiendo para ayudar a las personas a defender su derecho a expresarse en Internet, visita ¡No te cortes! y escribe a contacto@karisma.org.co. Seguiremos trabajando en el tema.

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